Día otoñal en la playa.
¡El lugar era maravilloso! Una playa casi vacía, no había un alma en toda la bahía.
¡No se veían lanchas ni barcos en el horizonte! Era evidente la calma del hermoso Pacífico.
El sol en mi piel descubierta se sentía cálido mientras el viento soplaba suavemente.
Después de meditar unos minutos a la orilla del mar, caminé por la playa disfrutando de la soledad y la belleza del lugar, mojando mis pies con cada ola que llegaba.
El agua se sentía fría, la corriente se escuchaba fuerte. No era un sitio para nadar.
A lo lejos, algunas aves volaban, flotando en el viento.
De pronto me encontré con una gaviota caminando cerca de mí, esta sola, solo observando.
El sonido de las olas rompiendo acompañaba esta caminata meditativa, conectándome con la hermosa Madre Tierra y con el maravilloso espíritu del Océano.
Sentía armonía a lo lejos, como si un canto mágico me llamara.
Mi cuerpo se movía en sintonía, bailando al compás del suave viento.
La expectativa de ver alguna ballena cerca generaba una gran emoción en mi corazón.
Era la época en que migran hacia el sur en busca de temperaturas más cálidas.
Al regresar de la caminata, nuevamente en el punto de inicio con vista al mar, comencé a meditar en movimiento, dejando que mi cuerpo se moviera como la energía lo guiara, mis brazos al aire en posición de apertura hacia el cielo, mi cadera girando suavemente de un lado a otro. Mis piernas en algunos momentos se levantaban como en movimientos de Tai Chi. ¡Toda la experiencia era grandiosa!
Paz en todo mi cuerpo...
Paz en mi mente...
Algunos cánticos empezaron a emerger desde el fondo de mi ser hacia mi garganta, haciéndose presentes en mis labios, vocalizaciones y sonidos que surgían de manera orgánica. (Cabe mencionar que no me gusta cantar, lo que hace más grande mi experiencia.)
Gran Espíritu, Querido Universo, Dioses de mares y océanos, que estos bailes y cantos sean una ofrenda para ustedes, soy feliz de estar aquí y compartir con ustedes la grandeza de este espacio que me muestran. ¡Gracias, gracias, gracias!
Al rato pude ver movimiento en el agua cerca de la playa frente a donde estaba bailando y cantando, pidiendo que se hicieran visibles.
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